miércoles, 9 de enero de 2013

EL HOMBRE: ¿ser racional o animal salvaje?


El día de ayer viendo un canal de televisión, vi un programa que trataba de personas que habían cometido varios asesinatos, lo que más me sorprende es que estos crímenes suceden con frecuencia en los Estados Unidos, un país súper desarrollado, potencia mundial, en el cual muchas personas sueñan en vivir o trabajar allí y cumplir el famoso sueño americano, pero yo me pregunto si realmente este sueño se puede llegar a cumplir o quizá al estar ya en ese país el famoso sueño se convierte en una pesadilla a la cual se tiene que sobrevivir, muchas personas cuentan sus experiencias y lo duro que es para los extranjeros o ilegales que llegan a esa país en busca de trabajo, solo nos damos cuenta que tener dinero, trabajo y vivir en un país súper desarrollado no siempre nos puede dar la felicidad que deseamos.

En el programa que vi hablaron de dos hombres que asesinaron cruelmente a varias personas, uno de ellos mato a más de quince homosexuales a los cuales los seducía y los llevaba a su departamento para luego drogarlos, matarlos salvajemente, finalmente terminaba descuartizándolos y comiéndose partes del cuerpo de los cadáveres, algo tan repugnante y mas que asco me producía un asombro grandísimo, ver que un ser humano que vive en una“civilización” puede llegar a cometer esto, pues siempre las sociedades desarrolladas miran con un poco de desprecio a los pueblos nativos de muchos países, creyendo que estas personas indígenas son como animales que no razonan, pero las actividades o ciertos rituales que realizan estos pueblos son parte de su cultura y creencias, quizá ellos si tienen un poco de justificación.

El segundo caso que vi, era de otro hombre que finalmente confesó haber cometido cerca de 79 asesinatos, y era conocido como “el asesino del lago verde” las víctimas habían sido mujeres dedicadas a la prostitución, este hombre estaba casado y tenía una vida normal, nunca sus amigos y familiares, sobre todo su esposa se habían imaginado que él podía ser un asesino, decían que siempre había sido trabajador, atento, buen esposo y amigo, que se dedicaba muchas horas a trabajar y no se explicaban en qué momento había cometido dichos asesinatos. Me puse a pensar que nunca sabemos con exactitud con qué clase de personas nos relacionamos o vivimos, cada persona es un mundo distinto, que piensa y siente diferente. Siempre decimos que ponemos las manos al fuego por alguien, pero que sucede cuando esta persona en la que confiamos y decimos conocer bien, de alguna manera nos damos cuenta que no es la persona que pensábamos, creo que es una decepción grandísima y nos cuesta reconocer que sí nos equivocamos al ser tan confiados, bien dicen que caras vemos y corazones no sabemos.

Uno de los asesinos decían que de niño habría sufrido mucho maltrato físico y psicológico por parte de su madre y que esto le produjo cierto odio hacia las mujeres, pero nada justifica los crímenes que cometió, no porque me golpearon voy a tener que matar o porque que me violaron tengo que violar, o robar porque a mí me robaron; siempre tratamos de justiciar nuestros actos diciendo “el también hizo lo mismo”, de solo imaginar cómo sería el mundo si nos dedicamos a vengarnos y hacer con otras personas lo que hicieron con nosotros, vivir en este mundo sería como estar en un infierno, peor de lo que vivimos hoy, la venganza solo trae destrucción, tampoco estoy de acuerdo en que nos quedemos de brazos cruzados cuando hay gente que nos hacen mucho daño, pero, para eso existe la justicia, las autoridades, aunque no hagan mucho por nosotros, luchar por nuestros derechos y por ser escuchados, pues cometer un crimen de cualquier tipo, o hacer justicia con nuestras propias manos, solo termina destruyendo nuestra propia vida, causando mucho daño a las personas que de alguna manera nos quieren y que confían en nosotros, por eso, aprendamos a actuar como los seres racionales que decimos ser, y no como un animal salvaje, sin dignidad y sin valores.

 


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